El pasado sábado 22 de Enero, Camino Juvenil Solidario, fue a Madrid, para ver las calles con otros ojos. Vimos a la gente que duerme en las calles, los pobres y mendigos, gente invisible, que no nos importa. Conocimos a dos personas que durmieron en la calle, se llaman Garri, de Guinea Conacri y Bruno, de Portugal.
Primero conocimos a Garri, que nos habló de los comedores sociales, donde acude la gente que no tienen nada para comer. La comida no sea buena, ya que es muy fuerte para soportar; tambien creen que tiene calmante, para que se tanquilicen y, poco despues de comer, tienen muchas ganas de dormir, por lo que pasan mucha vergüenza, al ir a un sitio como ese. También comentó que en los albergues les hacen preguntas que no les gustan y les ponen condiciones, por lo que prefieren dormir en las calles. La policía les pone inconvenientes continuamente, pues vallan los soportales, para que no se refugien cuando llueve; les quitan sus pertenencias, lo único que tienen para vivir. Igualmente los despierta el servicio de limpieza de la Comunidad de Madrid a mangerazos o a patadas a las 7 de la mañana. El SAMUR social para los vagabundos y pobres es el servicio de limpieza, porque lo único que hacen es quitarlos de un lado y ponerlos a otro.
Más tarde conocimos a Bruno , que trabajaba de comercial y lleva cuatro meses en Madrid, casi todo el tiempo durmiendo en la calle. Bruno nos dijo cómo había llegado a Madrid y en qué otros sitios había vivido, como en Zaragoza. Nos hizo ver la miseria de las calles y por qué tanta gente dormía en las calles, sobre el suelo frío.
Hoy más de 6000 personas duermen en la calle sin nada. Después de este visita no volveremos a ver Madrid del mismo modo.
Ante esto ¿qué deberíamos hacer ante esto?, y ¿nuestros políticos no deberían solucionarlo?
Primero conocimos a Garri, que nos habló de los comedores sociales, donde acude la gente que no tienen nada para comer. La comida no sea buena, ya que es muy fuerte para soportar; tambien creen que tiene calmante, para que se tanquilicen y, poco despues de comer, tienen muchas ganas de dormir, por lo que pasan mucha vergüenza, al ir a un sitio como ese. También comentó que en los albergues les hacen preguntas que no les gustan y les ponen condiciones, por lo que prefieren dormir en las calles. La policía les pone inconvenientes continuamente, pues vallan los soportales, para que no se refugien cuando llueve; les quitan sus pertenencias, lo único que tienen para vivir. Igualmente los despierta el servicio de limpieza de la Comunidad de Madrid a mangerazos o a patadas a las 7 de la mañana. El SAMUR social para los vagabundos y pobres es el servicio de limpieza, porque lo único que hacen es quitarlos de un lado y ponerlos a otro.
Más tarde conocimos a Bruno , que trabajaba de comercial y lleva cuatro meses en Madrid, casi todo el tiempo durmiendo en la calle. Bruno nos dijo cómo había llegado a Madrid y en qué otros sitios había vivido, como en Zaragoza. Nos hizo ver la miseria de las calles y por qué tanta gente dormía en las calles, sobre el suelo frío.
Hoy más de 6000 personas duermen en la calle sin nada. Después de este visita no volveremos a ver Madrid del mismo modo.
Ante esto ¿qué deberíamos hacer ante esto?, y ¿nuestros políticos no deberían solucionarlo?