En el pueblo salmantino de Armenteros se encuentra el colegio La Inmaculada, una peculiar torre de Babel donde viven y estudian 800 menores de 30 nacionalidades distintas. La mayoría quedaría excluida de la educación si no existiera este centro, al que el padre Juan ha dedicado toda su vida y su patrimonio.El padre Trujillano lleva 50 años dedicado a los jóvenes y hoy en el semanal manifiesta:"Domino a los muchachos porque los quiero".Además el temor que les entra a algunos cuando el padre no esté, él manifiesta "Yo no soy el importante, lo son los pequeños". Puedes consultar el resto del reportaje en el siguiente enlance:
http://xlsemanal.finanzas.com/web/articulo.php?id_edicion=7007&id=76138