Primero que nada agradecer a toda la familia, a los médicos que atendieron a mi madre en todo momento y a todos los amigos que estuvieron cerca de nosotros, cuidando a mi madre y acompañándonos a nosotros en estos momentos tan difíciles para nuestra familia.
Lo esencial en la vida de mi madre fue la Solidaridad y la lucha por la Justicia, por un mundo más fraterno donde la inmensa mayoría de la población no sufra por el hambre, la enfermedad, por la violencia o por el subdesarrollo. Ese planteamiento lo llevó a todos los planos, a la familia, a la profesión y a la militancia, reflejada sobre todo en la lucha en favor de los empobrecidos de la tierra. Desde joven empieza protegiendo y dando a conocer el patrimonio histórico de nuestro municipio, al mismo tiempo que defiende los derechos del pueblo saharaui, del pueblo palestino, la denuncia de la esclavitud infantil en muchos países de la tierra y contra las causas del hambre y del paro; haciéndolo siempre desde un compromiso cristiano, desde la Fe en un Dios que nos exige la Solidaridad con los más empobrecidos.
A mis hermanos y a mí nos deja el ejemplo de una vida dedicada a los demás, a la lucha por la justicia. Todas las manifestaciones a las que nos llevó: del Sáhara, de Palestina, de la Escavitud Infantil, contra la pobreza; y todas las acciones que hizo con sus compañeros de lucha, con mi padre, pegando carteles embarazada, pintando montañas, gritando en medio de la calle con un megáfono... Todo eso es lo mejor que nos queda, lo que más grabado nos deja, para seguir por el mismo camino que ella llevó, para seguir haciendo de la Solidaridad el eje en nuestras vidas.
Cuando le diagnosticaron la enfermedad, lo asumió con mucha entereza y serenidad, nos unió a toda la familia alrededor de ella, con su cariño, su valor y su fortaleza hasta el final.
Nosotros sus hijos y mi padre estamos serenos, el mejor recuerdo que tenemos es su vida, su compromiso por los demás, su compromiso militante por la Justicia y la Solidaridad, desde un planteamiento cristiano donde Dios es Solidaridad; y por eso lo hemos reflejado en el recordatorio que les hemos entregado a ustedes, para tenerlo siempre presente y continuar con su lucha y su ejemplo, recogiendo la antorcha de otros militantes por la justicia que nos han precedido en todos los países del mundo y que son nuestros referentes éticos y políticos.
Gracias mamá, por todo lo que nos diste, gracias a toda la familia, amigos y médicos que han estado con nosotros y que son prácticamente de nuestra familia. Toda la familia queremos tener este recuerdo de mi madre, el del compromiso, de la lucha y la serenidad y fortaleza con que afrontó la enfermedad.
Ella vive en cada uno de nosotros y en cada uno de los recuerdos que tenemos de ella y ése es el legado más preciado para mí y para mis hermanos. Gracias a todos.
Sardina del Sur, 11-2-2013